En sueños nos encontraremos

Al rato, Zoe y María llegaron a un río y se quedaron absortas contemplando el agua que fluía sin dificultad entre las grandes rocas. –El río sabe desde que nace cuál es el camino de regreso al mar, su destino final. Confía sin miedo durante el largo camino hacia su hogar. Sortea montañas y rocas enormes sin dificultad, porque se adapta al camino sin miedo y con confianza en lo que su corazón le susurra entre latido y latido –dijo María. Zoe respondió a su madre, mientras tomaba su mano: –¡Guauuu, mamá! Es cierto lo que el río te cuenta. Se suelta sin miedo a caminar solo, porque sabe que llegará a su casa y por eso no tiene miedo, aunque el camino sea largo y difícil. Zoe y María continuaron su paseo por el bosque con sus manos unidas. Por la vereda del río, encontraron una pequeña florecilla que apenas asomaba tímidamente en la tierra su tallito y sus pequeños pétalos color blanco, todavía plegados. 13